Telas estampadas que sirven como vestidos de los personajes y que se extienden a lienzos arriesgados, detalles figurativos, texturas cercanas, que crean espacios únicos, para mostrar a sus personajes en ese momento ensimismado, privado y especial, en que uno cree no ser visto por nadie, dejando fluir su más vital personalidad, su figura más tierna e íntimamente cautivadora.

Gonzalo de Otaola